lunes, 1 de octubre de 2012

Palabras de Nuestro Hermano Recuperado: “No hay palabras para describir lo que hicieron, solo decir que pese a todo el amor nos sigue convocando”




A más de una semana de los Robos que estremecieron a nuestro organismo se siguen sumando nuevas declaraciones en las causas que poseen como principal imputada a María Rosa Oviedo. A pedido de nuestro hermano recuperado; Adrián Martínez Moreira – principal damnificado de las injurias y calumnias posteriores a los robos – difundimos una carta de su autoría en la que el objetivo es el “agradecer a quienes estuvieron siempre”.

 

PRENSA Y DIFUSIÓN. H.I.J.O.S.

 

Quisiera comenzar esta carta confesando que lo único que me moviliza a hacerlo es el pleno amor, la plena alegría y el agradecimiento por contar siempre con tantas manos, brazos y hombros en momentos tan difíciles como los que he vivido en los últimos días.

 

Agradezco en primer lugar a todos mis Hermanos y Hermanas de H.I.J.O.S. PARAGUAY; a Charly Amarilla, Sabrina Zamudio, Eduardo García que pese a las distancias como siempre seguimos juntos. Invencibles por el amor que nos une; inseparables por ese camino de lucha que mamamos desde la cuna, o desde antes: desde el vientre materno. A Malena Vargas Medina que se comunicó desde Chile, a mi hermano de la vida; Nicolás Navarro Flores, quien fuese recuperado en 2011 y cuyo vinculo, pareciera fortalecerse cada día más con este tipo de hechos. A Micaela García y María del Rosario Moreira por volver a la organización cuando más se las necesitaba.

 

A mis amigos de la vida: Iván Brítez, Soledad Ayala, Cecilia Caimi, Silvana Cabello, Claudio Rodríguez, Darío Barros, Luisa Sánchez, quienes no dudaron un segundo en ofrecerme sus hombros y sus abrazos en cada momento que fuese necesario. A Mariana Otero por estar siempre. A Diana Gallardo por ser como es y por trasmitirme tanto de su entereza. A todos por trasmitirme tanto cariño y buena energía.

 

Quisiera agradecer a los H.I.J.O.S. del mundo; que de inmediato se pronunciaron en apoyo a nuestro organismo y con mucho afecto se solidarizaron en lo personal; en lo humano, en lo amigo. Mis abrazos, en particular, a Pedro Luís Geney Arrieta y los hermanos de H.I.J.O.S. SUCRE; a los hermanos de H.I.J.O.S. FORMOSA e H.I.J.O.S. CHACO; a los hermanos de H.I.J.O.S. PARANÁ que difundieron y acompañaron; a mi hermano Tico Andreani, con quien nos une “esa” misma historia. A Andrés Ameri cuya presencia se siente desde Rosario. A Melania B. Ovejero, Adriana Arancibia, Juan Manuel Goya, Fernando Sandoval por tenerme la paciencia que me tienen en ese grupo tan hermoso como es el de Hijos y Nietos. A Miguelito Martínez Naón por difundir lo ocurrido; lamenté mucho no poder ir a oír tus poemas, solo espero que sepas que mi corazón estuvo allí contigo. A todos los que apoyaron a nivel personal como en lo institucional.

 

A la Secretaría de Derechos Humanos de Nación y al Centro “Fernando Ulloa” por estar cargado de tan linda gente que, como siempre, mantienen ese compromiso inclaudicable de defender y apoyar a las víctimas del Terrorismo de Estado, en conjunto con los organismos.

 

A mi psicólogo; Juan Ríos, por tenerme tanta paciencia, por oírme y  ayudarme a ver un horizonte en medio de tanta tormenta.

 

A la Justicia Argentina que por suerte actuó tan rápido y cuyos funcionarios, incluso, me asesoraron y propusieron iniciar acciones de índole civil – más allá de las penales – frente a tanta mentira y tanta maldad.

 

A mis estudiantes y compañeros docentes del Bachillerato Popular “Casa Abierta” de Villa 31 por seguir creyendo en mi, por su calidad de personas, y por comunicarse en todo momento con suma preocupación por el desencadenamiento de hechos desafortunados.

 

A Rafael Freda, Adolfo Pribluda y mis amigos de SIGLA que me demuestran con cada día, que las huellas y los lazos de amistad y afecto que uno deja en las organizaciones por las que ha pasado, no se borran con el tiempo.                  

 

A las amigas y compañeras de mis padres; Laura Díaz, Lorenza Díaz Martino, Ana María Do Santos, por comunicarse ante ese mail de odio que se esparciera por la red, a ese mail de la mentira que no hace más que trasladarnos a un tiempo de horror y silencio. Por trasmitirme en sus palabras la entereza de mis viejos, de ustedes sus compañeros, de toda esa generación de luchadores revolucionarios.

 

Esta carta es una carta de amor y agradecimiento. El agradecer a quienes estuvieron siempre. En este camino muchas personas – a titulo personal – me han decepcionado; algunas con suma tristeza, otras con sumo dolor. Pero también están las indispensables y es por ellas que hoy escribo estas líneas y es mi deseo poder compartirlas con todos.

 

De los robos solo decir que espero que la Justicia continué con su compromiso de juzgar y condenar a las responsables. No hay palabras para describir lo que hicieron, solo decir que pese a todo el amor nos sigue convocando. La fuerza debe ser reinventada, el camino es largo y hay que seguir andando.

 

Luego de leer esos 2 mails (los que continuaron a los robos), que ya fueron aportados a la Justicia, me sentí completamente herido; completamente frágil, indefenso, quebrantable. Me sentí invadido, violentado, sentí que volvía a entrar en conflicto conmigo mismo. Que esa duda se revivía pero ya no desde la incertidumbre, sino desde ese increíble poder del odio; ese poder del querer generar el mayor daño posible. En ese mail, María Rosa Oviedo, dijo cosas que ni mi apropiador se hubiera afirmado a decir nunca. Porque el tiene una verdad pero la verdad verdadera es una. Oviedo lo que hizo fue profundizar ese dolor de la mentira a la que me sometieron toda mi infancia, profundizó esa mentira que solo puede existir mediante la desaparición forzosa de nuestros viejos; de nuestras familias.

 

Decir que se “afirmaba que yo no era Hijo de Desaparecidos” o “que no me llamaba Adrián”… Mi restitución para mi simbolizó la caída del mundo tal como yo lo entendía, el inició de una verdad silenciada – incluso por mi mismo -. Una realidad que siempre estuvo latente; una realidad que siempre fue. La historia de mi familia; de la lucha de mis viejos; la historia de ese abrazo partido; de ese ultimo beso; del amor de mis abuelas; la historia de una búsqueda y de un reencuentro. La historia del Derecho a ser quien Soy y la historia del Botín de Guerra. La historia de mi vida.

 

Cuando afirmó eso con tal saña me trasladó a muchos momentos de mi vida; los golpes de Héctor, el abrazo con mi abuela, el ADN; el inició y los nervios de la restitución judicial… Tanto despojo y humillación.

Decir que no era sociólogo me produjo asco. Para mi, mi carrera, fue un salvoconducto, un escape, un refugió en medio de tanto engaño y ocultamiento, en medio de la mentira. Fue donde conocí el amor, fue donde entendí que debía hacer lo que sentía y no lo que decían.

 

Decir que tenía “19 años y que no había terminado la escuela secundaria”; decir que estaba “desequilibrado mentalmente” o que “era VIH positivo” con total connotación nazi, discriminatorio, e inhumano no produjo – por lo descripto y por el nivel de insólito e incoherencia – ningún tipo de daño en mi persona. Pero sin duda, lo que me causo muchísimo daño, es el que se dijera que “mamá estaba viva”.

 

Se dijo que hace 2 años, incluso, yo la había conocido. De mi podría decirse todo lo que quisiera porqué la verdad es que estoy aquí, de carne y hueso, para poder defenderme de todo. Incluso para poder acusarla y llevarla a la justicia. Mi vieja tenía 28 años cuando se la llevaron, estaba embarazada de 8 meses… Se la llevaron por la puerta de entrada, de los pelos; a las patadas. De seguro a un vehiculo sin chapas patentes.., Se la llevo al lugar común de la muerte, del grito, del horror… Se la llevo a ese lugar con ese olor… Se la llevaron a ese lugar del cual nunca más volvería con vida. Del cual nunca más se sabría su destino final.

 

Este año su caso, como el de papá, comienza a ser investigado por la Justicia. Ni quisiera describir el nivel de bajeza y miseria humana al que pertenece Oviedo. Solo decir que cuando se la cite a la justicia, cuando se la detenga por los delitos que ha cometido, quisiera – que tal como le tocó a mi apropiador – me mire a los ojos y luego mire la foto de mi vieja, la más hermosa… Que nos mire y reciba el repudio de 2 generaciones. Que no fuimos silenciados. Que resistimos la Olvido.

 

Que aún seguimos reclamando.

 

Que aún seguimos esperando el Derecho a toda la Verdad y el Derecho a Toda la justicia.

 

Como dije esta carta es de amor, porque solo así hoy deseo interpretar la vida; por eso, por que pese a todo nunca van a poder acabar con nosotros, nunca van a poder apropiarse de algo que no les pertenece; que es la Verdad Histórica. Porqué nunca entendieron, ni entenderán lo que es H.I.J.O.S., que no solo es un organismo, es un movimiento que nace del amor; que nace de ese amor de nosotros por nuestros viejos, de esa bronca al no poder manifestar ese amor…

 

María Rosa Oviedo y Vanina Arce – tal como se dijo en tantos comunicados de H.I.J.O.S. – no son de este movimiento; porque ellas reproducen ese lenguaje GENOCIDA y ASESINO, porque – a la manera de Diego Genoud – “vuelven a hablar el lenguaje de la muerte, el único que conocen”, pero volviéndolo a citar: “el nuevo tiempo no se lleva bien con la quietud, las paredes gritan que venga lo que nunca ha sido y vuelvo a pensar que solo desaparece lo que no deja huella”.

 

Porque esta es una carta de amor, de ese mismo amor porque el que nació y se sostiene H.I.J.O.S. en todo el mundo, es que me permito gritar esa consigna que nació con nosotros y que ya es consigna de todos los pueblos:

 

JUICIO Y CASTIGO A LOS RESPONSABLES, SUS COMPLICES, BENEFICIARIOS E INSTIGADORES!!!

 

MARÍA SANTA MOREIRA DELARD PRESENTE!!!

 

ADRIÁN MARTÍNEZ HENRÍQUEZ PRESENTE!!!

 

AHORA Y SIEMPRE!!!

 

Adrián Martínez Moreira

Hijo de María Santa Moreira y Adrián Martínez Henríquez

Localizado en 1993. Restituido a mi familia el 14/12/2004


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